ENTEBBE BOTANICAL GARDEN

(16 / 09 / 2023)

Por: Miquel À. Pérez-De-Gregorio i Capella

Paisaje del Lago Mburo desde la terraza del Kigambira Safari Lodge, con el lago Kigambira en primer término

El 16 de septiembre, tras la excursión al humedal de Mabamba, regresamos al Precious Guesthouse. La idea era comer alguna cosa e ir a visitar el Jardín Botánico de Entebbe, cuya entrada estaba a escasos 50 metros de nuestro alojamiento. Sin embargo, la lluvia nos hizo desistir de la idea, y pasamos media tarde en la habitación, descansando y viendo una película. Más tarde, sobre las 17 h., como parecía que ya no llovía, decidimos agotar la última posibilidad de visitarlo, y allí fuimos.

El Jardín Botánico de Entebbe tiene unas 41 hectáreas de extensión, y está a orillas del Lago Victoria. Se inauguró en 1901, aunque en 1998, fue reacondicionado. Se encuentra a 1.134 m de altitud, y recibe un promedio de lluvias de 1.623 mm. Contiene una colección general de más de 300 plantas: herbáceas, perennes, árboles y arbustos tropicales. Sin embargo,a mi me interesaba la zona de selva autóctona remanente, donde abundan especialmente las aves, habiéndose citado en la zona hasta 485 especies.

Una de las aves más espectaculares del jardín Botánico es el cálao carigrís (Bycanistes subcylindricus)

Aquí podéis ver una pareja de esta especie. Cálao carigrís (Bycanistes subcylindricus)

Otra de las que quería fotografiar, era el turaco gigante (Corythaeola cristata), aunque la luz era pésima por la lluvia. Sin embargo, ver hasta seis ejemplares juntos ya fue una gran recompensa

Un ejemplar deturaco gris oriental (Crinifer zonurus)

Imagen de un rincón del Jardín Botánico de Entebbe

La visita, rápida pero productiva, tuvo el inconveniente de la poca luz, tanto por el día gris y lluvioso, como por la hora. Ni me imagino qué debe ser con buena luz y buen tiempo. En fin, una excusa para regresar algún día...

Regresamos al lodge, porque a las 19 h. nos recogía Gilbert, para llevarnos a una "cena sorpresa". Recuerdo que elucubramos sobre qué sería. Incluso hasta llegamos a pensar que nos llevaría a su casa. La sorpresa, no era otra, que una cena en la sede de la agencia Rift Valley, que fue el receptivo que nuestra agencia, Feeling Africa Safaris, tiene en Uganda. Allí estaba Toni Espadas, uno de los responsables de la agencia en España, así como Mark Fredrick Kato, el director de la agencia en Uganda, y ¡ cómo no !, nuestro guía y ya, amigo, Gilbert Baguma, coordinador y maestro de guías. En la cena al aire libre, con entrantes y barbacoa, coincidimos también con un grupo de españoles que había hecho un safari en grupo, aunque algo más corto, que el nuestro. Hubo charla de agradecimiento de Mark, e incluso unos regalos para cada uno. En definitiva, un bonito detalle con los clientes, y un gran colofón para un viaje inolvidable. Un diez para Merche y Míryam Angón, para Gilbert, y para la gente de Rift Valley.

Ya solo quedaba intentar dormir un poco, porque a las 4 de la mañana nos recogería Gilbert con "nuestro" 4 x 4. Esta vez no para un safari, sino para el aeropuerto para coger el vuelo de regreso.

Ya, desde ese mismo momento, pensé en volver a África. No sé cuándo, pero espero que no sea tarde...