VIAJE A ZANZIBAR

(del 27 al 31 / 8 / 2013)

 

 

 

Por: Miquel À. Pérez-De-Gregorio i Capella

 

 

 

Zanzíbar es un archipiélago multicolor, representado quizás por la variedad de sus especias. Pero si hay un color que lo define a la perfección, es el azul turquesa de las aguas del Índico, como se plasma en esta imagen de la costa norte de la isla principal.

 

Tras el ajetreo del safari, los baches, el polvo, etc., tocaba un cambio de tercio radical. Nos despedimos con algo de tristeza de nuestro amigo ya, Cornelio, y salimos del aeropuerto internacional de Klimanjaro en un vuelo de hélices, hacia Zanzíbar. Llegamos a la isla ya de noche, pero la humedad y el aroma especial del ambiente, nos hizo comprender de inmediato que a partir de ahora, iba a ser otro viaje.

El archipiélago de Zanzíbar,  es una región semi autónoma de Tanzania que comprende un par de islas alejadas de la costa este de África llamadas Unguja o Zanzíbar (1.554 km²) y Pemba. El centro económico y la principal ciudad es la Ciudad Zanzíbar en la isla de Unguja. Conocida también como Stone town (la ciudad de piedra), sobre todo su centro histórico, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000, al ser una de las ciudades más importantes de la cultura swahili. Las principales industrias son las especias (nuez moscada, canela y pimienta) y el turismo. Zanzíbar es también el único lugar del mundo en donde habita el mono colobo rojo.

La ciudad vieja o Stone town, se asienta sobre una península de forma triangular en la costa oeste de la isla, abarca una superficie de 96 ha. Vale la pena recorrer sus callejuelas, su mercado, la casa de las maravillas, la iglesia evangelista, otrora mercado de esclavos, o la casa natal del que fuera cantante de Queen, Freddy Mercury. La visita a Stone town es imprescindible y muy recomendable. Nosotros nos alojamos en el Grand Palace Hotel, muy correcto, pese a que está muy cerca del puerto, con su consiguiente ajetreo.

 

Imagen exterior del hotel Grand Palace

 

 

Anna en nuestra habitación con aires coloniales

 

Una de las famosas puertas labradas de Stone town

 

 

Otrora palacios y casas señoriales, hoy en día son morada de la población de Stone town, mercaderes y comerciantes

 

 

Un detalle del mercado de Stone town, en la parte de las frutas, verduras y especias.

Una visita a este mercado, es imprescidible para captar el espíritu de esta ciudad swahili

 

 

Imagen de la parte de la carne en el mercado de Stone town

 

Un detalle de la parte del pescado

 

 

Imagen del habitáculo en donde se hacinaba a los esclavos, antes de su pública subasta

 

 

El monumento a los esclavos, con Mohamed, nuestro guía, al fondo

 

 

Imagen de la casa natal de Freddy Mercury en Stone town

 

 

La llamada "casa de las maravillas", ya que fue la primera de África en tener luz eléctrica y ascensor

 

 

Tras la visita a Stone town, nos dirijimos hacia la costa norte de Zanzíbar, en concreto al área de Nungwi, un plueblecito de pescadores, alrededor del cual se han instalado algunos hoteles, ya que la playa es preciosa, y además cuenta muy cerca con el archipiélago de Mnemba, un verdadero paraíso de corales. Nuestro hotel fue el Mnarani Beach Cottages, otra recomendación - muy acertada - de Max Luria. Se trata de un pequeño hotel, sencillo pero correcto, de excelente relación calidad/precio, y sin nada que ver con los complejos cercanos, más lujosos, pero similares a los que uno pueda encontrar en la Riviera Maya o en la República Dominicana. La idea de alojarnos en esta parte de la isla, vino porque en esta época, se notan menos las mareas y también porque había menos hoteles de los "grandes". El personal del Mnarani fue encantador, dándonos todo tipo de facilidades, como dejarnos una habitación el último día hasta última hora, o arreglarnos las excursiones personalizadas que les pedimos: Mnemba y Jozani Forest. Las instalaciones, son correctas, así como las comidas. Eso sí, algo escasas para nuestro gusto, pero muy buenas. Optamos por las habitaciones "de luxe", algo mejores que las normales.

 

Vista de la habitación de los chicos, de dos pisos, y con su propia terraza que daba al Índico

 

Detalle de la habitación de los chicos, amplia y luminosa.

 

Mi hijo mayor, Miquel Àngel, en la terraza del Mnarani, con una vista de ensueño

 

 

Oriol en la playa, con la marea baja, con el hotel Mnarani detrás

 

 

Entre el hotel y el pueblecito de Nungwi, está el faro

 

La proximidad del pueblo de Nungwi, con la ayuda del teleobjetivo, nos hizo disfrutar de unas escenas de pesca tradicionales, justo delante del hotel. Un grupo de mujeres, vestidas de arriba a abajo, provistas de redes, entran en la mar, con la marea ya alta, y se disponen en círculo.

 

Mientras sujetan las redes, van golpeando el agua para asustar a los peces y acorralarlos, para así poderlos capturar con las redes.

Sin duda alguna fue otro de los momentos mágicos del viaje

 

 

En nuestra estancia en Zanzíbar, no queríamos dejar de darnos un chapuzón entre los corales del Índico. Por ello, contratamos una excursión con el centro de buceo del propio Mnarani, que nos llevó navegando por la costa norte, hacia el Sur, hasta llegar a Mnemba. Poco a poco, las aguas turquesa, de poca profundidad, nos trajeron a la memoria nuestras visitas a las Islas Maldivas. Tras una hora y pico de navegación en un dhow (barca tradicional de madera), que portaba por nombre "My Lady", el cual anclamos en una zona de arena, en donde el arrecife estaba muy cerca. Es una zona de profundidad variable, en donde no es raro que acudan los delfines. Sin embargo, la fuerte corriente debido al cambio de las mareas, nos hizo difícil poder disfrutar de la maravilla de esos fondos. Por ello, nuestro capitán Ibrahima, decidió cambiar de sitio e ir más cerca de la isla principal de Mnemba. Gran decisión. Cuando llegamos, las aguas estaban tranquilas y transparentes, por lo que pudimos disfrutar un buen rato de la biodiversidad del arrecife coralino. Más tarde, comida a bordo: una ensalada, fruta, chapati (pan musulmán) y el bonito más sabroso que he comido en mi vida ! Al regresar, lo hicimos a ratos con la vela swahili, a pesar de que el viento no ayudó mucho. Un día perfecto por poco más de 20 €

Las fotos submarinas se realizaron en apnea con una Nikon coolpix P5100 y una carcasa Fantasea Line

 

Imagen paradisíaca de la isla de Mnemba

 

 

Imagen de una serpiente marina

 

Un par de peces payaso (Amphiprion akallopisos), luchando contra la fuerte corriente, siempre cerca de las anémonas que los protegen

 

 

Oriol a bordo del "My Lady", a punto de darse un chapuzón en el Índico

 

 

Imagen de un pez cirujano azul (Paracanthurus hepatus), la famosa "Dory" de la película de Disney "Buscando a Nemo"

 

 

Detalle del arrecife coralino de la isla de Mnemba

 

 

Oriol zambulléndose en las aguas de Mnemba

 

 

Un dhow de pescadores locales, pasa cerca de la isla de Mnemba

 

 

Podéis ver una serie de vídeos submarinos aquí: 1 2 3 4

 

Otra de las excursiones que no podíamos perdernos en Zanzíbar, era la visita al Parque Nacional de Jozani, hábitat único en el mundo del mono colobo rojo (Procolobus kirkii). Por ello, contratamos un coche con conductor en el hotel, que nos llevó al parque cruzando la isla, y luego, tras pagar la entrada, hicimos un precioso recorrido por los tres ambientes del parque: selva o bosque, manglar y los monos colobos rojos. Fue un broche de oro a nuestra estancia en la isla

Imagen del paseo por el sendero de Jozani, que nos da una idea de cómo era la isla antes de ser habitada por el hombre

 

 

Una hormiga impresionante en el bosque de Jozani

 

 

La zona del manglar, que sirve de guardería a diversas especies de peces marinos, a la par que alberga una interesante avifauna

 

 

Los colobos rojos de Zanzíbar (Procolobus kirkii) están en peligro de extinción.

Por suerte, la política conservacionista del gobierno tanzano parece que da sus frutos

 

 

Imagen en donde se aprecia el pelaje rojizo que les da nombre

 

 

Una madre protegiendo a su cría

 

 

Los rangers te piden que no te acerques mucho a los monos, pero a ellos, no se lo advierten !

Aquí mi hijo Miquel À. junto a una coloba roja.....

 

 

Podéis ver un vídeo de los monos aquí

 

 

 

Y con esta imagen familiar en plena selva de Jozani, nos despedimos hasta el próximo viaje

 

 


 

 

 

En esta crónica, además de esta introducción, podréis encontrar el siguiente contenido:

 

INTRODUCCION

ARUSHA, N. P.

LAKE NATRON

SERENGETI, N. P.

NGORONGORO, N. P.

LAKE MANYARA, N. P.

TARANGIRE, N. P.

 

 

 



Las fotografías de este reportaje han sido realizadas con varios equipos:

  • una Nikon D300 + zoom Nikon 80-400 mm VR, o bien zoom Nikon 18-200 mm (el autor)
  • una Nikon coolpix L820 (Miquel Àngel jr.)
  • una Nikon D5100 (Oriol) + zoom Tamron 18-270 mm o bien Tamron 90 mm

Dichas fotos pertenecen a sus autores respectivos y no pueden ser utilizadas sin el permiso expreso de los mismos.

Cualquier sugerencia será bienvenida a mycena@telefonica.net