BALI(Ubud)(del 24 al 28 / 8 / 2014) |
Por: Miquel À. Pérez-De-Gregorio i Capella
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Una imagen "clásica" de la isla de Bali: sus arrozales en terrazas, en Jatiluwih
El 24-8-2014, por la noche, cogimos el vuelo de la cia. CITYLINK con destino a Denpasar, en la isla de Bali. Una vez aterrizamos en el aeropuerto, nos recogió "Gómez", que sería nuestro guía en la isla, y nos llevó hasta nuestro cuartel general en las 5 noches que pasamos en Ubud: el Sri Ratih Cottages. Este alojamiento nos lo recomendó Sandra, de INDONUKA, y la verdad es que es totalmente aconsejable. Se trata de un alojamiento pequeño, con sólo 29 habitaciones, rodeadas de vegetación y jardines, con una piscina preciosa, un restaurante-boutique, que servía unos desayunos maravillosos. Un remanso de paz y tranquilidad. Tuvimos dos suites contiguas, con una terraza para nosotros cuatro, con orquídeas naturales y vistas a los jardines. Una delicia.
Imagen de la tranquila y relajante piscina del Sri Ratih
Detalle de una de las habitaciones
Un rincón del cuarto de baño
Imagen de la terraza común de nuestras habitaciones
La piscina de noche, iluminada con velas
La isla de Bali es la menor de las llamadas islas de la Sonda, con unos 5.700 Km2, algo mayor que la isla de Mallorca. Cuenta con unos 4 millones de habitantes, de los cuales unos 700 mil viven en su capital, Denpasar. Su longitud mayor es de unos 140 Km, y su anchura de 90 Km. Por tanto, es una isla asequible a ser visitada, en principio, mediante un coche de alquiler o una moto. Bali es una isla que, a diferencia del resto de Indonesia, que es musulmana, es de religión hinduista en un 90 % de sus habitantes, si bien se trata de un hinduismo "balinés", que se mezcla con creencias animistas y con influencias budistas. En gran parte por ello, y por su agradable clima tropical (medias de 20-30º C), Bali es un destino en sí mismo, diferente del resto de Indonesia. Bali es un destino turístico, sin duda, pero si uno se aleja un poco de su costa, de las famosas zonas de Kuta y Nusa Dua, que podrían recordar al ambiente de la Costa Brava o de Mallorca, descubrirá un interior aún "auténtico", de sencillos pueblos y aldeas, campos de arroz, arte, música y cultura, y sobre todo, con centenares de templos, muy bellos, en donde cuando menos te lo esperas, te encuentras con una ceremonia, fiesta o celebración. Al ser de religión hinduista, la gastronomía balinesa, además de las especialidades del resto de Indonesia, cuenta con un ingrediente estrella: el cerdo. Por otro lado, la creciente comunidad extranjera (europeos, australianos.....), han aportado también su influencia, por lo que podremos encontrar restaurantes de todo tipo de cocina: balinesa, indonesia, europea, china, etc. Para visitar Bali, se necesitan varios días. Nosotros estuvimos 5 noches, que para una primera visita, está muy bien, pero sin mucho descanso y sin pasar días en playa. Con ello quiero decir que, como ya dije más arriba, Bali es un destino en sí mismo, y vale la pena hacer un viaje sólo a esta isla. Nuestra primera jornada en Bali, el 25 de agosto, comienza con un delicioso desayuno en el Sri Ratih, y después nos encaminamos hacia el norte de la isla. Nuestro guía, Gómez, nos indica que, si queremos, podemos asistir a la representación del Barong, en el pueblo de Celuk en el distrito de Gianyar, y decidimos que vale la pena. La obra narra un cuento del Mahabarata en la que Dewi Kunti, la madre de los cinco hermanos Pandawa había prometido el sacrificio de uno de ellos Sahadewa a la bruja Rangda. El Barong es un animal mitológico, parecido a un gran león y que simboliza a las fuerzas del bien y que entra en confrontación con Rangda, la bruja que representa a las fuerzas del mal. Entre ambos surge una confrontación en la que una vez más se pone de manifiesto la lucha entre el bien y el mal. La representación comienza con la aparición del Barong manipulado por dos actores ocultos en su interior junto con su amigo el mono. Ambos se enfrentan a tres ladrones que ebrios por el efecto del vino de palma atacan al Barong para vengar la muerte de uno de sus hijos. Dos de los criados de Dewi Kunti piden la ayuda a un ministro para que salve a su amo Sahadewa antes de ser sacrificado para Ranagda. El Barong y Rangda luchan entre ellos utilizando sus poderes mágicos. Un grupo de guerreros salen en ayuda del Barong atacando a la bruja pero esta utiliza sus poderes para volver sus krises - cuchillos con hoja en forma ondulada- hacia su pecho en estado de trance, el Barong también utiliza sus poderes y hace huir a Rangda venciendo así el bien. Un detalle de la prepresentación, con el barong en escena
Una bailarina balinesa al principio de la representación. Es importante fijarse en la expresión de la cara, ojos, en la posición de las manos. Sencillamente espectacular
Instante de más dramatismo de la representación, cuando los guerreros se auto-lesionan
Tras la representación, nos dirijimos al templo de Tirta Empul (Tempak Siring), templo de aguas sagradas, del s. X, y lugar al que acuden los balineses por sus propiedades curativas, ya que fue creado por el Dios Indra. El templo es precioso, como todos los balineses, y nos encontramos con diversas celebraciones y ceremonias. A pesar de que es un lugrar sagrado, se permite a los no creyentes bañarse en sus aguas sagradas y curativas. El ambiente y el colorido son impresionantes.
Imagen del manantial de aguas sagradas
Una familia haciendo una ofrenda y rezando
En esta imagen vemos como fieles y turistas se mezclan en las piscinas de agua purificadora
Un detalle del baño purificador de un fiel balinés
En cualquier momento llega un colorido grupo familiar o de alguna aldea, llevando distintas ofrendas florales para sus rezos
Tras la visita, continuamos hasta el pueblo de Kintamani, pueblo montañoso situado a 1.400 m sobre el nivel del mar y desde donde se puede disfrutar de las maravillosas vistas del volcán Batur y su lago. En Kintamani comemos en un restaurante panorámico, tipo buffet, lo que nos permite de nuevo probar diversas especialidades indonesias y balinesas. Como siempre, todo riquísimo y muy bien de precio.
Panorámica del volcán Batur con su lago. El volcán tiene 1.717 m de altitud.
Tras la comida, continuamos hasta el templo de los templos de Bali, su lugar más sagrado: Pura Besakih. Situado en la ladera del volcán Agung (3.000 m snm), alberga en su interior tres complejos dedicados a la trinidad hindú en un bello enclave rural. La construcción está datada en el s. XIV, y está compuesto de 22 templos conectados por terrazas y escaleras, donde en el punto más alto, está el templo de Penataran Agung, el más importante de este complejo. Al llegar a este templo, nos encontramos con diversas ceremonias de ofrenda, y vemos el auténtico espíritu religioso de los balineses, siempre con una sonrisa en sus labios. Se trata de una visita totalmente imprescindible.
Detalle magistralmente captado por Miquel jr. de una de las múltiples estatuas de este complejo de templos
En el templo de Penataran Agung, se estaban celebrando diversas ceremonias, llenas de colorido y espiritualidad. Al fondo, entre nubes, se vislumbra el monte Agung
Retrato de un niño dentro de una de las ceremonias del templo principal
Un detalle de la parte alta del complejo de templos de Pura Besakih
Los templos de Pura Besakih vistos desde abajo, con el monte Agung (3.000 m snm) detrás
Después de la visita, regresamos al Sri Ratih, en Ubud. Algo cansados, decidimos ir a cenar a un restaurante vegetariano muy cercano al hotel, en la calle Jl. Raya Penestanan. Mañana nos esperaba otro intenso día. El 26 de agosto, después de otro fabuloso desayuno en el Sri Ratih, nos dirijimos a la costa suroeste de Bali, a uno de los templos más fotografiados (seguramente, el que más), el templo de Tanah Lot. Se halla localizado en Tabanan, a unos 20 Km de Denpasar. En balinés, Tanah Lot significa "tierra dentro del mar". Se trata de un monumento muy visitado, siempre abarrotado de gente, pero de gran belleza. Este templo se construyó dentro del mar porque los antiguos balineses adoraban al Dios del mar (Tanah Lot, en otro de sus significados), que fue un importante Dios en su antigua mitología. Según la leyenda, esta isla estaba habitada por serpientes venenosas gigantes, que la protegían de los malos espíritus. Hoy en día sus alrededores están llenos de tiendas, restaurantes y bares, para atender a los miles de turistas que la visitan cada año, aunque alguna serpiente, queda por allí........
Imagen del espectacular templo de Tanah Lot, en este caso, azotado por las olas del océano Índico
El tempo de Batu Bolong, con su característica roca horadada, otro de los templos de la zona de Tanah Lot
Una turistada, sí, pero los chicos se lo pasaron pipa con esta pitón albina, con el telón de fondo del templo de Tanah Lot
Después de la visita, retomamos el camino hacia la zona de Jatiluwih, para admirar y disfrutar de los hermosos paisajes de los arrozales, imagen característica de la isla de Bali. Situado bajo el monte Batukaru, son unos arrozales espectaculares, con unas vistas de terrazas que nunca terminan es un paisaje totalmente fascinante que sin duda uno tiene que ir a visitar si va de turismo en Bali. Es tan fascinante este lugar que hasta es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. De hecho los arrozales de Jaluwih son mucho más impresionantes que muchos otros que se ven en la isla. Nosotros optamos por perdernos por sus "callejuelas", viendo la fauna asociada a los campos, y viendo a la población local trabajando en ellos, despreocupada, ajenos a los "intrusos" que por allí campábamos, y que siempre están dispuestos a brindarte la mejor de sus sonrisas. Comimos allí, en un restaurante local, con una vista impresionante sobre los campos. Como de costumbre, la comida buena y barata.
Detalle de los plantones de arroz, con su simetría casi perfecta
Una maripos frecuente en los arrozales (Junonia almana)
Una mujer trabaja en los campos de arroz
Detalle de las terrazas, captado por Miquel jr.
Panorámica de los arrozales de Jatiluwih.
Después de comer, nos dirijimos al pueblo de Bedugul, un pueblo montañoso con su mercado de frutas tropicales (famoso por sus fresas) y especias. Realizamos una visita y compramos algunas cosillas.
Un detalle del mercado, con nuestro guía, "Gómez"
Sin tiempo que perder (aún nos quedan dos visitas importantes), reemprendemos camino hasta Ulun Danu, también conocido como Pura Bratan. Es considerado el segundo templo más importante de Bali y, por eso es también un sitio obligatorio para los que quieran visitar templos en Bali. Este templo construido en las orillas del lago Bratan, en medio de los montes, es de gran belleza. Ulun Danu fue construido en 1926 y está dedicado a los dioses de los lagos y ríos.
Un detalle de los templos de Ulun Danu, al pie del lago Bratan
Anna posando frente a los templos
En la zona de los templos, había un cercado con un muntiaco común (Muntiacus muntjak), un cérvido asiático. En Bali vive la subespecie nainggolani
Antes de que el Sol se ponga, nos queda una visita interesante e ineludible. En el bello pueblo de Mengwi, se halla el templo de Taman Ayun o templo real, uno de los más hermosos de la isla de Bali, con sus preciosos jardines. Este templo es de 1.634, y cuenta con numerosas pagodas (merus).
Imagen del templo de Taman Ayun
Detalle de los relieves de Taman Ayun
Uno de los guardianes de la puerta principal
Puerta principal de Taman Ayun
Tras la última visita, ya casi de noche, regresamos al oasis del Sri Ratih. Descansamos un poco, y convenzo a la familia para ir a cenar al centro de Ubud. Cogemos un taxi en el propio hotel (3 € los cuatro), el cual nos dice que, a la vuelta, le avisemos para regresar por el mismo precio. Nada más fácil ! Sandra, de Indonuka, nos recomendó una serie de restaurantes, que yo complementé con el tripadvisor, una fuente de información impagable. El elegido es el Bebek Bengil, un restaurante precioso, rodeado de arrozales, y especializado en pato frito crujiente. La carta es muy amplia, pero todos decidimos pedir la especialidad de la casa, el bebek bengil: 1/2 pato cocido en especias balinesas, y luego frito en aceite hirviendo, para quedar crujiente, y acompañado de patatas salteadas, arroz, ensalada y verduras. Algunos de los acompañamientos, son muy picantes, como nos indica la camarera, y Oriol y yo hacemos apuestas de quien se atreverá a probar los chiles habaneros.... Tras la cena, regresamos al Sri Ratih, para descansar.
El 27 de agosto tenemos el día libre. Por ello, nos levantamos más tarde y, tras el desayuno, decidimos ir a visitar Ubud. Miquel jr. prefiere quedarse en el Sri Ratih a trabajar un poco con el ordenador. Oriol, Anna y yo, salimos paseando hasta el centro de Ubud, un 1/4 de hora a pie, más o menos. Ubud es el centro cultural y artístico de la isla de Bali. Cuenta con unos 30.000 habitantes, y está rodeado de bosques y campos de arroz. Ubud es también en la actualidad un pueblo muy turístico, con restaurantes, hoteles y tiendas, pero a pesar de todo sigue conservando un aire tranquilo, de pueblo. La principal arteria de Ubud es la calle Jalan Raya, que atraviesa el pueblo de este a oeste. En ella está el mercado, el templo del último rey de Ubud, y otras atracciones. De esta calle, parten dos calles principales hacia el sur: Jalan Monkey Forest y Jalan Hanoman, repletas de bares, tiendas y restaurantes. Ubud es también un importante centro de yoga y de masajes. Al final de las dos calles que hemos mencionado, se halla un parque con auténtico bosque tropical, en el que hay un templo y en el que habitan decenas de macacos (Macaca fascicularis), que campan a sus anchas por esta reserva natural. Se trata del Monkey Forest. Este día lo pasamos visitando el pueblo de Ubud. Fue una paliza de andar, pero la ciudad es preciosa. Al mediodía, fuimos a buscar a Miquel jr. para ir a comer al famoso warung Ibu Oka, en donde sirven el babi guling, uno de los platos balineses más conocidos. El local ha cogido tanta fama, que tuvo que abrir uno nuevo, en la calle Jalan Raya Teges, que es donde tuvimos que ir nosotros. El babi guling, que podríamos traducir como cochinillo (aunque nada que ver con el segoviano), es un cerdo asado que te sirven de diferentes maneras. El cochinillo es asado durante 5 horas con una mezcla secreta de especias y guindillas. Y luego servido sobre arroz blanco acompañado de un sambal (salsa picante) a base de verduras, guindillas y coco rallado frito. Nosotros escogimos el "especial", que incluye sopa de cerdo y bebida. Todo por unos 5-6 € por persona. Ese día, como estábamos reventados de tanto andar, nos quedamos a cenar en el Sri Ratih, como siempre, un remanso de paz.
El templo de Saraswati, junto al Café Lotus, es uno de los lugares más bellos de Ubud
Detalle de una flor de loto, perfectamente captada por Oriol
Una tórtola (Streptopelia chinensis), en un tejado de Ubud
Anna y Oriol en el Puri Saren Agung (o Palacio de Ubud), última residencia del rey de Ubud
A punto de comerme el menu especial del Ibu Oka
Un detalle arquitectónico del restaurante Ibu Oka, donde el cerdo es el absoluto protagonista
Todo el Monkey Forest está repleto de macacos (Macaca fasicularis), no siempre del todo amistosos. Hay que guardar las distancias....
Imagen del templo del Monkey Forest de Ubud
Un primer plano de uno de los reyes del Monkey forest
La única especie de seta que vi fuera de Borneo, fue en el Monkey Forest. Se trata de Gymnopilus sp.
Después de tanto andar, qué mejor que un masaje !!
El 28 de agosto era nuestro último día en Bali, ya que el 29 saldríamos muy temprano para Flores. Este día iba a ser muy especial, porque íbamos a conocer el Bali "auténtico", escondido, alejado del turismo de masas. Para ello, teníamos contratada una excursión con la empresa Bali Jeep Adventure. Nuestra excursión se llamaba "west Bali land cruise", y a las 7.30 h. de la mañana, nos recogieron en un "viejo" Land Rover Defender, para explorar el oeste de la isla. Nuestro guía, Alex, nos fue explicando esos lugares poco accesibles al turismo, y llenos del auténtico espíritu balinés. Primero visitamos la aldea de Belimbing, con sus campos de arroz en terrazas, con cultivos de todo tipo. Después, por un estrecho y espectacular camino, llegamos a una plantación de café, con papayas, mangos, y otros árboles, y tras una caminata, llegamos a la espectacular cascada de Blehmantung. Continuamos el camino hacia el pueblo de Pupuan, atravesando plantaciones de café y de clavo (los aromas son increíbles). Paramos en una cooperativa local, en donde probamos de nuevo el café de civeta, así como diversos tés: de cúrcuma, de hibisco, de gengibre, y también probamos la miel de flores de café. Charlamos un poco con su responsable, y compramos algunas cosillas. Más adelante, atravesamos el Bunut Bolong, una higera sagrada (bayan tree), que está hueca y por su interior pasa la carretera. Seguimos camino y nos adentramos en las inmensas plantaciones de caucho, en el distrito de Pekutatan. Paramos en un lugar en el que unos hombres están derribando árboles de caucho ya agotados, y en un improvisado cobertizo, nos sirven una comida local y sencilla, pero muy buena, en un escenario increíble. Para beber, agua de coco. Tras la comida, atravesamos la plantación entre paisajes espectaculares, por caminos intransitables para cualquier otro tipo de vehículo, hasta llegar al borde del océano Índico, donde nos encontraremos con una "vuelta a la realidad", que no es otra que el intenso tráfico de Asia, en este caso, el de la carretera que desde la isla de Java, lleva hasta Denpasar, cargada de camiones hasta los topes.
A bordo del Land Rover Defender
Campos de arroz de Belimbing
Una sorpresa inesperada..... Miquel jr. posando con un zorro volador (Pteropus vampyrus)
Detalle de uno de los zorros voladores que vimos en la plantación
El camino hacia la catarata, atravesando el cafetal
La espectacular cascada de Blehmantun, aunque con menos aguua al estar en plena época seca
En el río, junto a la cascada, nos topamos con este enorme cangrejo fluvial
Con nuestro guía, Alex, en la coperativa local, probando el café, los tés y la miel de flor de café
El grupo junto a la Bunut Bulong, la higuera sagrada horadada
La comida en un resataurante "local"........
Detalle de la sencilla pero sabrosa comida que nos prepararon en plena plantación de caucho: tiras de pollo frito, pepino, tiras de tortilla, y arroz frito con verduras, una simple versión del nasi goreng. La artesanal cesta es de hojas de mango
Detalle de la plantación de caucho
Una vez reposados de la aventura, decidimos hacer nuestra última cena en Ubud, como Dios manda. Se pone a llover un poco, algo extraño para estar en época seca, pero aún y así, logramos reservar mesa en otro de los restaurantes recomendables de Ubud, el Ibu Rai. Este restaurante, precioso y lujoso, se halla en la Jalan Monkey Forest. Abrió en 1975, y sirve comida balinesa e indonesia con un toque de modernidad y actualidad, que no tiene nada que envidiar a los restaurantes europeos de moda. Sin duda un buen colofón a nuestra estancia en Ubud.
Aeropuerto de Denpasar. 29 de agosto. 5'30 h. de la mañana. Nos despedimos de Bali
En esta crónica, además de esta etapa, podréis encontrar el siguiente contenido:
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