KOMODO(Flores)(del 28 al 30 / 8 / 2014) |
Por: Miquel À. Pérez-De-Gregorio i Capella
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El grupo en la playa de la isla de Komodo, con nuestro ranger
El 29-8-2014, por la mañana temprano, cogimos el vuelo de la cia. Garuda con destino a Labuan Bajo, en la isla de Flores, a donde llegamos a las 8'45 hora local. Una vez aterrizamos en el aeropuerto, nos recogió Julius, que sería nuestro guía en la aventura en Komodo. Lo primero fue ir a un local del buceo a escoger nuestro equipo de snorkeling. Una vez hecho esto, nos dirigimos al puerto y a embarcar en nuestro barco local, como en Borneo. Pero no, no sería como en el klotok. Este era más grande, y teníamos un par de camarotes, sencillos, con dos literas, pero habitaciones al fin y al cabo. Total, sólo sería una noche. Labuan Bajo es un pueblo de pescadores, que está a unos 2 Km del aeropuerto, y que sirve de base para las expediciones a Komodo. Una vez embarcamos, nos dirigimos hacia la isla de Rinca, ya en el P. N. de Komodo. Nada más salir, empezamos a ver cosas, como águilas pescadoras (Haliaeethus leucogaster), y el paisaje es espectacular. El barco es amplio y cómodo, y tenemos cinco personas de tripulación para nosotros cuatro. Oriol y yo, como siempre, tenemos las cámaras a mano por lo que pudiera pasar: delfines, aves marinas..... Sin embargo, cuando menos nos lo esperábamos, vemos un gran lomo grisáceo seguido de una cola aplanada. Si no fuera porque Oriol lo vio, hubiera creído que era un espejismo ! se trataba nada más y nada menos que de un dudongo (Dugong dugon). Yo pensaba que sólo vivían en Australia (que, de hecho, no está lejos de allí), pero me confirman que también viven en Indonesia. No hubo tiempo para foto, pero sin duda ha sido una de las estrellas del viaje.
Imagen del avión de la cia. Garuda que nos llevó de Bali a Flores
Bienvenida al aeropuerto de Labuan Bajo. No hay duda de dónde estamos !
Imagen panorámica de la zona del puerto de Labuan Bajo, puerta de entrada a Komodo
Imagen de un aguila pescadora (Haliaeethus leucogaster)
El paisaje de la costa de esta parte del mundo es sencillamente precioso, y deja ver claramente que estamos en zona volcánica
Oriol en la proa de nuestro barco, surcando unas aguas turquesas de lo más tranquilas
Poco a poco llegamos a la isla de Rinca, en el P. N. de Komodo. Rinca o Rincah, es una isla de 198 Km2, menos conocida que su vecina Komodo, y por ello menos visitada. Llegamos en una mala hora, al mediodía, con mucho calor, y más ahora, en la estación seca. Por ello, nuestro ranger que nos acompañará por la isla, nos aconseja que llevemos agua y que hagamos una ruta corta. Vemos nuestros primeros dragones de Komodo (Varanus komodoensis), que aprovechan las sombras que producen los cuarteles de los rangers para descansar. El dragón de Komodo es el lagarto de mayor tamaño del planeta, pudiendo alcanzar los 3 metros. Se trata de una especie endèmica de esta remota parte del mundo. Se trata de una especie vulnerable y amenazada, por lo que está estrictamente protegida.
Una imagen de la sugerente entrada al P. N. Komodo, en la isla de Ringa
Los ciervos (Rusa timorensis), son el alimento principal de los dragones de Komodo
Un dragón de Komodo captado por Oriol, con nosotros al fondo
Un primer plano fantástrico del dragón de Komodo (Varanus komodensis). Su lengua bífida le informa de todo mucho mejor que su vista, no muy desarrollada
Es mediodía en época seca y hace mucho calor en Ringa
Una cría de dragón de Komodo (Varanus komodensis). Normalmente permanecen en los árboles, ya que los adultos son caníbales.
Los macacos cangrejeros (Macaca fascicularis) son otro de los habitantes del Parque Nacional
El grupo al completo detrás de un gran macho de dragón de Komodo
Rumbo a la Pink Beach, una fragata (Fregata magnificens), sobrevuela nuestro barco
Llegamos a la Pink Beach y nos sobrevuelan algunos milanos brahmanes (Haliastur indus intermedius), atraídos por la comida que lanzan los barco.
Tras la visita a Rinca, nos sirven la comida a bordo. Como es tónica durante todo el viaje, deliciosa. El barco toma rumbo a Komodo, pero antes pararemos en la conocida como Pink Beach (playa rosada), por el color de su arena a causa de los corales rosados o rojos. Su nombre local es Pentai Merah. Los fondos coralinos son de una gran belleza, y pasamos un buen rato buceando a pulmón en sus aguas.
Una preciosa raya moteada (Taeniura lymma).
Pareja de peces payaso (Amphiprion ocellaris) en su anémona
Tras el baño, subimos al barco y nos ofrecen una merienda a base de plátano frito y zumo de frutas. El barco sigue su camino hasta una tranquila bahía frente a la isla de flying fox (zorros voladores). Echamos el ancla, y en seguida vienen a visitarnos gentes del cercano pueblo de Papagarang, habitado por gitanos del mar, que nos ofrecen sus artesanías. A la puesta de Sol, con el cielo despejado, vemos unas extrañas nubes que van cambiando de forma. Son centenares de zorros voladores que salen en grupo al anochecer a la búsqueda de fruta en otras islas. Ya de noche, subimos a la cubierta del barco, para contemplar una de las visiones del cielo más espectaculares que nunca hemos visto. Vemos perfectamente la via láctea, miles de estrellas, un par de estrellas fugaces, y hasta algún satélite, en una paz y una calma impresionantes. La tripulación nos llama y cenamos en cubierta, algo abrigados, ya que de noche la temperatura baja. Como siempre, sencillo pero riquísimo. Nos vamos a dormir que hay que visitar Komodo temprano.
Imagen de un milano brahmán (Haliastur indus intermedius)
Anochecer en la bahía de Flying fox, en el P. N. de Komodo
Preioso amanecer captado por Oriol en las tranquilas bahías del P. N. de Komodo
Antes de ir a la isla de Komodo, el fantástico desayuno en el barco, con las primeras luces del Sol naciente.
30 de agosto. Son las 5'50 h. de la mañana y empieza a clarear. He dormido bien, pero me tocó la litera de abajo y ya estoy harto de cama. Salgo a cubierta y la mar parece un lago. Hay una quietud impresionante, que sólo se rompe cuando bancos de peces aguja chapotean alrededor del barco. La salida del Sol es inminente. Despierto a Oriol, que se despereza rápido porque no quiere perderse el momento. Precioso. Desayunamos y nos dirigimos a visitar la isla de Komodo, corazón del Parque Nacional. Son las 7.45 h. de la mañana, y las expectativas son enormes. La isla tiene 390 Km2, de origen volcánico, y su mayor elevación es el monte Satalibo, de 735 m de altitud. Estamos en época seca, y el aspecto de la isla nos recuerda en parte al bush africano. El Parque Nacional se creó en 1980, y en 1991 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Nos asignan un ranger, y nos indica que haremos una ruta mediana (unos 3-4 Km). Además de dragones (vimos muchos), pudimos obervar varios ciervos, jabalíes, reptiles, mariposas y muchas aves.
Atracamos en Komodo. En esta imagen de Miquel jr., se ve nuestra embarcación durante la singladura en Komodo
Entrada al P. N. de Komodo, en donde un ciervo (Rusa timorensis) nos da la bienvenida
Un gran cangrejo en la playa (Cardisoma carnifex)
Un fabuloso ejemplar de dragón de Komodo (Varanus komodensis)
Una vez puesto en pie y andando a la carrera, la verdad es que impresiona
En la isla de Komodo pueden observarse muchas especies de aves, siendo estás cacatúas (Cacatua sulphurea), una de las más características
El grupo al pleno en la colina sulfúrea, en lo alto de la isla de Komodo
Un drongo de Komodo (Dicrurus densus bimaensis)
Detalle de una orquídea salvaje (Vanda limbata), captada magistralmente por Oriol
Un gallo salvaje (Gallus varius) se pasea al lado de un ciervo
Impresionante retrato de un gran macho de dragón de Komodo (Varanus komodensis). Se aprecia su baba tóxica, con la que causan en definitiva la muerte a sus víctimas
Un cuervo de la especie Corvus macrorhynchos, muy abundante en la isla
Una fantástica panorámica de la isla de Komodo, con el dragón en primer término, la bahía y las islas vecinas
Después de la visita a la isla de Komodo, nos desplazamos hasta la isla de Kanawa, con un fantástico arrecife, en donde pasamos un buen rato buceando a pulmón. Ya exhaustos, subimos al barco para comer. Tras la comida, toca navegar unas 3 horas y 1/2 hasta nuestro último destino en Indonesia: Pulau Bidadari o Angel Island, pero eso será otro capítulo de esta crónica.......Por el camino intentamos ver alguna manta raya, pero no hay suerte. En cambio, sí que vimos delfines y una tortuga.
Un detalle de la bahía de Kanawa island, con su fabuloso arrecife.
Oriol sumergiéndose en las pristinas aguas de Kanawa
Un pez payaso (Amphiprion sandaracinos) en su anémona
Un trocito del maravilloso arrecife de Kanawa, repleto de vida marina
De camino a Bidadari Island, aunque algo lejos, pudimos ver unos delfines (Tursiops aduncus)
También pudimos ver esta tortuga verde (Chelonia mydas), captada oportunamente por Oriol.
En esta crónica, además de esta etapa, podréis encontrar el siguiente contenido:
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