SWAKOPMUND & WALVIS BAY

(28 al 30 / 8 / 2011)

 

 

Por: Miquel À. Pérez-De-Gregorio i Capella

 

En los alrededores de Swakopmund, existe un lugar conocido como valle de las Welwitschia, en donde crecen estos fósiles vivientes

Swakopmund es una ciudad de Namibia, situada en la costa atlántica, al oeste del país. Tiene una población de unos 42.000 habitantes. Destaca su arquitectura de estilo colonial alemán, de las mejores conservadas del Mundo. En Swakopmund, nos alojamos en un apartamento que pertenece al bed & breakfast Cornerstone Guesthouse. Es un lugar de lo más recomendable para alojarse, tanto la guesthouse como nuestro apartamento, el Atlantic Sicht, totalmente equipado, lo que nos permitió comer allí alguna vez durante nuestra estancia. La atención de su dueño, Peter, es simplemente deliciosa. Te hace sentir como en casa. A eso de las 14'30 h., después de comer por el camino y alojarnos, estábamos preparados para la aventura: The Living Desert. Swakopmund está rodeado de un mar de dunas que dan al océano atlántico. Esas dunas, aparentemente estériles, están llenas de vida, sobretodo de reptiles adaptados a ese hábitat, así como también diversos insectos. En Swakopmund, por efecto del choque de la fría corriente de Benguela con el calor del desierto, siempre hay una capa de nubes bajas, de niebla. Por ello, la temperatura se mantiene fría y el ambiente húmedo. Para esta visita, fuimos con una compañía local con un vehículo adaptado, y de la mano de Tomy, un alemán que parecía conocer todos los secretos del desierto.

 

Imagen exterior del Cornerstone Guesthouse

 

 

Un detalle del apartamento Atlantic Sicht

 

 

Para transitar por las dunas fuimos con este camión oruga

 

 

Nuestro intrépido guía alemán buscando animalejos entre las dunas

 

 

Detalle de un lución o eslizón (Typhlacontias brevipes), de las dunas

 

 

El arbusto dolar o dollar bush (Zygophyllum stapffii), es endémico del desierto de Namibia

 

 

Oriol con un pendiente muy original.......... vivo !

 

 

El pendiente de Oriol no es otro que este precioso lagarto (Meroles anchietae), típico del Namib

 

 

Oculto entre unas plantas, preparándose para pasar la noche,

pudimos sorpreder a este camaleón namaqua (Chamaeleo namaquensis)

 

Al día siguiente, temprano, nos fuimos para Walvis Bay (bahía de las ballenas), una ciudad de unos 65.000 habitantes, enclavada en la bahía del mismo nombre. La bahía ha sido un refugio para buques de mar debido a su puerto de profundidades naturales, protegido por una lengua de arena de Pelican Point. Siendo rico en plancton y vida marítima, estas aguas acercaron grandes números de ballenas que atrajeron barcos balleneros y buques de pesca. Una sucesión de colonos explotó la posición y recursos de este establecimiento portuario estratégico. El valor del puerto con relación a la ruta de mar alrededor del Cabo de Buena Esperanza había llamado la atención de las potencias mundiales desde que fue descubierto. Este explica el complicado estatus político de la Bahía Walvis a lo largo de los años. En Walvis Bay también podemos encontrar unas impresionantes minas de sal marina así como varias empresas relacionadas con la pesca, como las españolas Findus y Pescanova. En 1990, tras la independencia de Namibia, Walvis Bay siguió bajo soberanía sudafricana. No fue hasta la medianoche del 28 de febrero de 1994 que Walvis Bay fue devuelta a Namibia. Gran parte del pescado que se consume en España procede de esa zona. Pero no sólo hay industria pesquera ahí, sino que en Pelican Point, hay una colonia importante de león marino (Arctocephalus pusillus), y pueden verse multitud de aves marinas y dos especies de delfines. Para la excursión fuimos con la compañía Catamaran Charters, de la mano de Marko, un tipo encantador que hace que parezca que cada salida sea en exclusiva para ti. Totalmente recomendable.

 

A penas salíamos del puerto y....... sorpresa !

 

 

Los pelícanos blancos hicieron verdaderas acrobacias para coger el pescado lanzado por Marko

 

 

Oriol saludando a un león marino del Cabo (Arctocephalus pusillus)

 

 

Imagen de la colonia de leones marinos del Cabo (Arctocephalus pusillus), en Pelican Point

 

 

El simpático Marko da de comer a unas gaviotas (Larus dominicanus)

 

 

Los delfines de hocico de botella (Tursiops truncatus), pescaban tan tranquilos a nuestro alrededor

 

 

Una pareja de pelícanos blancos (Pelecanus onocrotalus)

 

 

Miquel Àngel jr., en el catamaran "Silverwind", con la colonia de leones marinos del Cabo al fondo

 

 

Para poner un broche de oro a la excursión, nos obsquiaron con un "aperitivo" con delicias locales, a la africana

Por la tarde, decidimos ir a visitar por nuestra cuenta el Moon Valley y el valle de las welwitschia. La planta Welwitschia mirabilis Hook, f., crece en el desierto de un tronco grueso escindiendo dos únicas hojas de crecimiento continuo. Es la única especie que no presenta traqueidas en la estructura interna del eje caulinar. La especie se reproduce por semillas, que deben mantenerse húmedas las dos primeras semanas y expuestas a la luz y al calor. Es relativamente frecuente encontrar en ellas esporas del hongo Aspergillus niger, que causa una leve putrefacción después de la germinación, por lo que se intenta evitar en jardines botánicos. Es difícil determinar la edad de las plantas, aunque se cree que pueden llegar a vivir más de 1000 años, incluso 2000. Se cree que la planta absorbe el agua a través de estructuras peculiares en sus hojas que le sirven para aprovechar el rocío nocturno del desierto. El Dr. Friedrich Welwitsch la descubrió en 1860, considerándose una de las plantas más raras que existen y bastante apreciada por coleccionistas. Es una especie vulnerable, que sólo se halla aquí en Namibia, y en algunas zonas de Angola.

 

 

Panorámica del Moon Valley

 

 

Imagen de la planta más "vieja" que vive en el valle, una Welwitschia mirabilis que se calcula tiene 1.500 años

 

 

Un campo de Welwitschia's

 

 

El 30 de agosto salimos para Twyfelfountain. Abandonábamos la costa para dirigirnos a Damaraland, una de las regiones más bellas de Namibia. Antes, por el camino, un par de paradas para ver algo de "costa esqueletos", ya que adentrarnos en esta zona nos pedía tener más días, y nuestra ruta no nos lo permitía. De todas formas, la visita a Pelican Point compensa de no haber visto Cape Cross. Una de las cosas más increibles con los "mares" de líquenes, que repletos de agua de rocío, alfombran el desierto, y dan de beber a muchas criaturas de la zona.

 

Panorámica del "mar" de líquenes: rojos, amarillos y verdes.

 

 

Oriol en la playa, cerca de uno de los "típicos" naufragios que han dado nombre a esta costa, como Skeleton Coast

 

 

 

En esta crónica, además de esta introducción, podréis encontrar el siguiente contenido:

 

INTRODUCCION

KALAHARI

SOSSUSVLEI

TWYFELFOUNTAIN

GROOTBERG & HIMBA

ETOSHA N. P.

OKONJIMA

 

 


Las fotografías de este reportaje han sido realizadas con varios equipos: una cámara Nikon D300 + zoom Nikon 18-200 mm, o bien micronikkor 60 mm D, una Panasonic Lumix DMC-TZ4 y una Nikon coolpix 8800

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