GROOTBERG & HIMBA

(1 / 9 / 2011)

 

 

Por: Miquel À. Pérez-De-Gregorio i Capella

 

Imagen panorámica del Grootberg Lodge, toalmente integrado en el entorno

 

Entre los cursos de los ríos Huab y Hoanib y al oeste del Grootberg, rocas negras del tamaño de un pomelo se derraman sobre 10000km2 del país, un campo de lava que forma la meseta de Etendeka. Los basaltos se formaron hace 132 millones de años, inmediatamente antes de que África meridional se separara de Sudamerica, cuando la lava fundida fue arrojada desde grandes grietas de la corteza terrestre. A lo largo del tiempo, la cubierta de basalto es mucho más reducida debido a la erosión, pero sigue teniendo casi 900 m de grosor en algunas zonas de la meseta de Etendeka. En ese contexto nos encontramos con el Grootberg Lodge, un ejemplo de turismo sostenible, en un lugar maravilloso, atendido por la comunidad local, sencillo pero muy confortable, donde uno se siente como en casa. Os lo recomiendo. Este lodge cuenta con un programa de ayuda a la comunidad locall por parte de la U. E.

Además del paisaje y de la fauna circundante, el Grootberg te ofrece la posibilidad de visitar un poblado de la etnia himba, uno de los hitos de nuestro viaje.

Los himba son una etnia de nativos de la región árida de Kunene. Los himba son un pueblo semi-nómada, criadores de ganado, que están estrechamente ligados con los herero, con quienes comparten sus orígenes así como el idioma. Los himba son el único grupo de nativos de Namibia que aún conserva el original estilo de vida que tenía desde hace siglos. El jefe de cada tribu es además su líder espiritual. Se permite la poligamia; sin embargo el máximo de tiempo que un hombre puede pasar con la misma esposa sin atender a otra es dos noches. El sistema de administración de justicia gira en torno a reuniones de los jefes de tribus para decidir el pago de la multa a imponer; todas las multas consisten en un pago en cabezas de ganado. El asesinato de una mujer conlleva un pago mayor al del asesinato de un hombre. Hasta relativamente hace poco tiempo, debido a las duras condiciones climáticas de la región, los himba han logrado mantenerse relativamente aislados del exterior, y no han sido todavía muy influenciados por elementos culturales importados. Los himba no llevan ropa, aparte de un básico taparrabos, pero usan gran cantidad de ornamentos al estilo de collares y brazaletes. Las mujeres se distinguen por los enrevesados estilos con que arreglan su cabellera. Adicionalmente, con el objeto de protegerse del intenso sol, las mujeres untan su cuerpo con una sustancia hecha mezclando ocre, manteca y hierbas, la cual les da a su piel un característico color rojizo.

 

En los alredeedores del Grootberg Lodge hay abundante fauna, con posibilidad de rastrear un grupo de rinocerontes negros, además de numerosas aves y mamíferos. En esta imagen, un grupo de hembras de kudu (Tragelaphus strepsiceros) huyen a la carrera ante nuestra presencia.

 

 

Una de las espectaculares lechetreznas que vimos en los alrededores del lodge: Euphorbia virosa.

 

 

Un detalle de la habitación del Grootberg, sencilla per muy acogedora

 

 

Un árbol de la especie Aloe dichotoma, junto a la piscina, al borde del precipicio del Klip River Valley. Un conjunto impresionante.

 

 

De camino al poblado de los himba, cerca de Palmfontein, se pasa por unas zonas increíbles, con riachuelos de aguas transparentes, llenos de tortugas de agua dulce, en donde beben por igual animales salvajes y las reses de los herero y los himba. Estos riachuelos van acompañados de palmeras (Hyphaene petersiana), conocidas como makalani palms

 

 

Ya en el poblado de los himba, pudimos apreciar lo elaborado de los adornos de las mujeres, que dedican gran parte de su tiempo a su aspecto físico.

 

 

Otra mujer himba mostrando sus adornos y el típico color rojizo de la piel, a causa de la crema que con que se untan, que las ha hecho famosas

 

 

 

Un grupo de hombres himba, con atuendos menos espectaculares que las mujeres

 

 

Las niñas himba, una vez han menstruado, se convierten en mujeres y cambian sus adornos, sobretodo en cuanto al peinado, que ya no cubre parte de su cara. El ungüento rojizo que se dan, además de conservar la piel joven, les protege de los insectos.

 

 

Los bebés himba también son untados con la crema rojiza, pero dejan de hacerlo al hacerse mayores, como veremos en la imagen siguiente

 

 

Un grupo de niños himba, a la entrada de una de sus cabañas. Se les veía bien nutridos y muy alegres. Aún se sorprenden al ver su imagen en las pantallas de las cámaras, aunque cada vez tienen más contacto con los turistas. Para llegar al poblado, se tarda aproximadamente dos horas en un 4 x 4, no apto para personas no habituadas a conducir en circunstancias extremas.

 

 

Toda la familia posando con parte del grupo himba

 

 

Espectacular vista del Klip River Valley, desde la terraza del Grootberg Lodge

 

 

 

 

 

 

En esta crónica, además de esta introducción, podréis encontrar el siguiente contenido:

 

INTRODUCCION

KALAHARI

SOSSUSVLEI

SWAKOPMUND & WALVIS BAY

TWYFELFOUNTAIN

ETOSHA N. P.

OKONJIMA

 

 


Las fotografías de este reportaje han sido realizadas con varios equipos: una cámara Nikon D300 + zoom Nikon 18-200 mm, o bien micronikkor 60 mm D, una Panasonic Lumix DMC-TZ4 y una Nikon coolpix 8800

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