OKONJIMA

(5 al 7 / 9 / 2011)

 

 

Por: Miquel À. Pérez-De-Gregorio i Capella

 

Imagen de un macho de leopardo (Panthera pardus), el principal atractivo de Okonjima

 

Al oeste de la meseta de Waterberg, las extensas llanuras están de vez en cuando interrumpidas por los remanentes de los antiguos afloramientos de piedra arenisca, que cubrieron una vez extensas de Namibia septentrional. Escondido entre las montañas Omboroko, se encuentra Okonjima, que en lengua herero, significa lugar de los babuinos. Okonjima es mucho más que un lujoso lodge, es también la sede de la fundación Africat.

Okonjima, se estableció como una pequeña “granja de huéspedes” en 1986. Durante muchos años, Val (VJ) y Rose Hanssen fueron ganaderos, pero la necesidad de buscar soluciones a las pérdidas cada vez mayores de la ganadería y el interés que cobró Namibia como destino turístico, tras su independencia, cambió la cara de Okonjima, convirtiéndose en un santuario para la protección de los carnívoros. Con todavía parte de la familia en el timón, Okonjima contiene un equipo dedicado a la protección de los carnívoros, ofreciendo una variedad de instalaciones de alojamiento, y una estancia verdaderamente namibia… Establecida en 1993, la fundación AfriCat comenzó como santuario para el guepardo y el leopardo, perseguidos en muchos casos por ganaderos y furtivos. AfriCat se dedica a la protección y a la conservación a largo plazo de todos los grandes carnívoros de Namibia. Esta relación mutuamente beneficiosa permite a los visitantes interesados experimentar, de primera mano, los trabajos del proyecto, y, al mismo tiempo, creando la plataforma para donar fondos muy necesarios al proyecto y a sus programas. Nosotros nos alojamos en el Main Camp, el "menos" lujoso de los lodges de Okonjima, pero de nivel de un 5 estrellas.

 

Imagen exterior de las "cabañas" del Main Camp de Okonjima

 

 

La sorpresa está en el interior, donde unas lujosas y amplias habitaciones ponen el broche de oro a nuestro viaje. Tras muchos km de conducción, uno se merece un buen descanso !

 

 

Antes de nuestro primer safari a la búsqueda de felinos, una visita a la Fundación Africat, para conocer de primera mano las actividades de esta institución

 

 

El lince caracal (Caracal caracal), es un animal esquivo, muy difícil de observar. Verlo así de bien en Okonjima ya vale de por sí la inversión hecha.

 

 

Una imagen fantástica: la familia de linces caracal al completo !

 

 

Otro de los felinos estrella de Okonjima son los guepardos (Acinonyx jubatus), más comunes en zonas de sabana abierta que en las zonas de arbustos espinosos que abundan en Okonjima. Africat intenta rescatar y curar a los animales heridos y devolverlos a la libertad, cuando esto es posible. Si no, les ofrece un lugar donde vivir prácticamente salvajes.

 

 

Además de los felinos, en Okonjima puede verse otra variada fauna,

como estos facoceros (Phacochoerus africanus), que levantan su cola en señal de alerta

 

 

Imagen de una ardilla de tierra (Xerus inauris), al atardecer

 

 

Como siempre, a la puesta del Sol, procede una parada para disfrutarla, si puede ser, acompañados de una buena copa. Jonas, nuestro guía en Okonjima, posa con nosotros antes de prepararnos unos deliciosos gin-tonic. Oriol, como casi siempre, una lemonade.

 

 

Una vez cenados, ya de noche, nos acercamos a un hide desde el que es posible avistar animales de hábitos nocturnos. El primero en aparecer, fue esta hiena (Crocuta crocuta).

 

 

Otro animal difícil de ver, y cuyo avistamiento de por sí hace que merezca la pena ir a Okonjima, es este puerco espín africano (Hystrix cristata)

 

 

Muy pronto, antes de la salida del Sol, salimos a buscar a la estrella indiscutible de Okonjima: el leopardo. Alguno de los leopardos de Okonjima, llevan un collar para su localización. En la imagen, Jonas intenta localizar a alguno de los felinos, usando una antena de radiofrecuencia.

 

 

Tras una ardua búsqueda, obtenemos nuestra recompensa. Un macho de leopardo (Panthera pardus) a escasos metros de nosotros. Algo que hay que vivir para comprender la emoción que te invade. Inolvidable.

 

 

Más tarde, localizamos una hembra descansando junto a un termitero.

Es difícil olvidar la mirada de estos felinos....

 

 

Por el camino, mientras buscamos felinos, puede verse otra fauna interesante,

como esta hembra de ganga africana (Pterocles namaqua)

 

 

En Okonjima, aparte de los safaris, puede observarse mucha fauna desde la habitación o en los jardines. Las aves se llevan el protagonismo.

En la imagen, una especie muy común, el bulbul africano de ojo rojo (Pycnonotus nigricans)

 

 

Los termiteros dan colorido al paisaje de Okonjima

 

 

El antílope más pequeño que podemos ver, es este damara dik-dik (Madoqua kirkii)

 

 

Una magnífico ejemplar de cebra (Equus quagga burchelli)

 

 

En el jardin del Main Camp de Okonjima pueden verse aves tan bellas, como este marico sundbird (Nectarinia mariquensis)

 

 

La vista desde a habitación de Okonjima es increible. Es como tener una grandiosa pantalla de plasma conectada con la Naturaleza, y de noche, el cielo africano, con más estrellas de las que uno pudiera imaginarse.

 

Saliendo de Okonjima, en dirección al aeropuerto, unas paradas para ver los últimos animales, o captar imágenes como la de esta señal, muy diferente a las que solemos ver por aquí....

 

 

 

En esta crónica, además de esta introducción, podréis encontrar el siguiente contenido:

 

INTRODUCCION

KALAHARI

SOSSUSVLEI

SWAKOPMUND & WALVIS BAY

TWYFELFOUNTAIN

GROOTBERG & HIMBA

ETOSHA N. P.

 

 


Las fotografías de este reportaje han sido realizadas con varios equipos: una cámara Nikon D300 + zoom Nikon 18-200 mm, o bien micronikkor 60 mm D, una Panasonic Lumix DMC-TZ4 y una Nikon coolpix 8800

Dichas fotos pertenecen a sus autores respectivos y no pueden ser utilizadas sin el permiso expreso de los mismos.

Cualquier sugerencia será bienvenida a mycena@telefonica.net