KATHMANDU(14 al 17 / 8 / 2010) |
Por: Miquel À. Pérez-De-Gregorio i Capella
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Imagen panorámica de la estupa de Kathmandu, desde lo alto del templo de Swayambunath.
Katmandú es la capital y ciudad más grande de Nepal, con una población de 1.500.000 habitantes, situada en el valle del mismo nombre en Nepal central, en las cercanías del río Vishnumati, a una altura de 1317 m s/m. La ciudad antigua es característica por la gran cantidad de templos y palacios budistas e hinduistas, la mayoría de ellos del siglo XVII. Muchos de estos monumentos han sido por desgracia dañados por terremotos y la polución. El valle de Katmandú constituye un cruce de caminos de las antiguas civilizaciones de Asia. Contiene más de 130 monumentos importantes, entre ellos varios lugares de peregrinación para los hindúes y los budistas. Las ciudades de Katmandú, Patan y Bhaktapur son ejemplos del arte y la arquitectura nepalíes. En 1979, siete conjuntos monumentales del valle fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, declaración que fue complementada en 2006. Los siete conjuntos son los siguientes:
Imagen exterior del hotel Yak & Yeti
Una de las mariposas que vimos en el jardin del hotel: Graphium sarpedon
El día 13 de agosto, sin tiempo de descansar mucho, fuimos a visitar la estupa de Swayambhunath, una atalaya a unos 5 Km del centro, y que está rodeada de templos, vegetación y monos !
Anna y Oriol en el complejo de Swayambunath
Los macacos campan a sus anchas por Swayambunath
Detalle de la estupa de Swayambunath
Es fácil ver milanos (Milvus migrans) en el cielo de Kathmandu
Otra imagen de la estupa Swayambunath, con los monos siempre omnipresentes
Tras la visita fuimos a comer al complejo arqueológico de Patan, a unos 5 Km de Kathmandu, que es conocida también con el nombre local de Lalitpur, que significa "ciudad de las artes". Patan es un auténtico museo al aire libre.
Imagen de la Durbar Square de Patan
En agosto el calor aprieta, y cualquier excusa es válida para el baño y el juego
Un detalle del interior del Templo Dorado (Krishna Mandir)
Imagen captada en el Durbar Square de Patan
Oriol a la entrada de uno de los preciosos templos de Patan
Escultura de bronce en Krishna Mandir
Panorámica de la Durbar Square de Patan
Al día siguiente, 15 de agosto, nos esperaba un día muy intenso. El plan era visitar tres zonas de sumo interés: la Durbar Square de Kathmandu, Pasupatinath y Boudhanath.Empezaremos por la Hanuman-dhoka Durbar Square de Kathmandu, con varios templos y palacios. Veamos unas imágenes:
Detalle de la preciosa arquitectura en madera en uno de los edificios de la Durbar Square de Kathmandu
Imagen de la Kumari Chowk, residencia de la llamada Diosa Viviente, una niña a la que no está permitido hacer fotos. De todas las excentricidades de la cultura nepalesa, ninguna se iguala a la de la Diosa Virgen Viviente de Katmandú que habita en uno de los palacios de la Plaza Durbar y a quien llaman Kumari. La leyenda comienza hace más de 1.000 años cuando una niña proclamó a viva voz estar poseída por el espíritu de la Diosa Virgen, consejera de las familias reales. El entonces rey, una vez convencido de que esa niña era la reencarnación de la Diosa Virgen, ordenó que le construyeran un templo especial en la Plaza Durbar: el Palacio Kumari Bahal. Desde entonces, esa ha sido la residencia de todas las Kumaris. La selección de la Kumari se realiza minuciosamente. Deben ser niñas de entre cuatro y cinco años y deben cumplir con 32 requisitos. Entre ellos, tener ojos y pelo negro, un cuerpo delgado, buena salud y la piel intacta. No pueden tener cicatrices porque nunca pueden haber sangrado. Y el horóscopo de esa niña debe armonizar con el del Rey. Como prueba final, la niña es encerrada en un cuarto oscuro y atormentada con cabezas de búfalo, velas y máscaras de demonios. Si la niña no se asusta es aclamada como la reencarnación de la Diosa Virgen. Se entiende que un niño que da síntomas de tanta valentía, necesariamente debe haber sido un ser superior en su vida anterior. La trasladan a su Palacio, con su familia y desde ese día hasta la fecha de su primera menstruación, vivirá recluida. Únicamente sale una vez al año, en su procesión y cuando el Rey va a visitarla, también una vez por año, para obtener su bendición.
Detalle de una ceremonia hinduista, en el templo de Kasthamandap
Nuestro guía, Guiri, ante la estatua de la Diosa Garuda
Un detalle del Templo de Shiva-Parbati
No sólo hay edificios y templos. También muy diversos puestos callejeros pueblan el complejo
Vista exterior del templo de Jagarnath, repleto de palomas, vacas, etc.
Detalle de las tallas eróticas del templo de Jagarnath
Sin comentarios.... Tras la visita de la Durbar Square de Kathmandu, nos esperaba un plato fuerte: Pasupatinath. A 5 Km de Kathmandu, se halla uno de los lugares más sagrados del hinduismo. Construido en el s. XVII a orillas del río Bagmati, río sagrado, es como el Venarés de los nepalíes. En este lugar remanso de paz, acuden a diario hinduistas a incinerar a sus muertos. Veamos unas imágenes:
Entrada al templo de Pashupatinath, con la gran estatua dorada del toro Nandi en su interior. La entrada está prohibida a los no hinduistas
Imagen tomada desde el puente que conduce a las terrazas que están frente al templo. En el margen del río Bagmati, a la izquierda, vemos una cremación ya casi finalizada, y más a la derecha, un grupo de personas se disponen a realizar la ceremonia de cremación de su pariente fallecido.
Detalle del inicio de la ceremonia de cremación de un anciano. Como vemos, tiene los pies sumergidos en las aguas sagradas del río Bagmati. La familia y amigos, se despiden de él y le agasajan con collares de flores, ropas y otras ofrendas.
En los alrededores del templo, es muy habitual ver sadhus, también conocidos como ascetas o santones. Estos curiosos personajes, renuncian a todos los bienes y placeres terrenales, son célibes y viven de las limosnas, y pasan el tiempo meditando y fumando marihuana.
Una vez la familia se ha despedido, sólo algunos parientes varones y el personal de la funeraria, traslada el cadaver hasta la pila crematoria, formada por maderos apilados, y se cubre al cuerpo de paja seca.
Una vez hecho todo lo anterior, se produce la cremación del cadáver. Todo se hace de una manera sencilla y natural, desprovista quizás del cariz de tipo "espectáculo" de algunos lugares de la India.
Tras las emociones vividas, tocaba un cambio de aires,, y nada mejor que la paz y tranquilidad que se respira alrededor de la estupa budista de Boudhanath, población situada a unos 8 Km de Kathmandu, y que alberga una población de refugiados tibetanos y sherpas. Alrededor de la estupa hay varios monasterios o gompas y escuelas lamaistas. Antes de la visita, comimos en una terraza con vistas a la estupa, degustando la fantástica cerveza Everest. Un lugar precioso.
La estupa de Boudhanath es una de las imágenes más vistas de Nepal
Un rincón de la plaza que rodea a la estupa
Interior de uno de los monasterios lamaistas que rodean la estupa
El 16 de agosto íbamos a realizar la visita que, al menos a mi personalmente, me gustó más. A 12 Km de Kathmandu, se halla la tercera capital del valle: Bhaktapur, conocida como "la ciuda de los devotos". Sin duda es el museo viviente mejor conservado de todo el valle. No sólo es interesante su Durbar Square, con sus templos y palacios, sino que lo mejor esperderse por sus intrincadas y estrechas callejuelas, que te transportan sin duda a una época remota. Lugares como el Templo de las 55 ventanas, el Templo de Bhagbati, el Nyatapola, la plaza de Dha Hateya o la plaza de los alfareros, son lugares difíciles de olvidar. Para más inri, tuvimos la suerte de coincidir con una fiesta de las mujeres, lo que llenó de colorido las viejas calles de Bhaktapur. Veamos unas imágenes:
Panorámica de la Durbar Square de Bhaktapur
Detalle de un comercio de fruta, en una de las casas patrimonio artístico
Un momento de la fiesta de las mujeres junto al templo de Dattatraya Mandir
Las mujeres hacen cola para llevar sus ofrendas al Templo de Dattatraya Mandir
Anna posando con algunas de las mujeres de Bhaktapur
Vista de la plaza de Dha Hateya
Comiendo desde una terraza con vistas a la plaza. Un lugar inolvidable
Oriol frente a uno de los leones guardianes del Palacio Real
Toda la familia posando con los leones de la Durbar Square de Bhaktapur
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"Conozco un lugar, escondido, como un 'paraíso perdido', entre los picos del Himalaya, donde uno prácticamente se olvida de que el Siglo XX existe. Un lugar extraño y fascinante en el que abundan palacios, pagodas de techos dorados, y dioses vivientes..."Wendy Moore en "El Valle Prohibido de Katmandú"
En esta crónica, además de esta introducción, podréis encontrar el siguiente contenido:
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