ETOSHA N. P.

(2 al 4 / 9 / 2011)

 

 

Por: Miquel À. Pérez-De-Gregorio i Capella

 

Imagen de un grupo de cebras (Equus quagga burchelli) al amanecer, bebiendo en la charca de Okaukuejo

 

El Parque Nacional Etosha, es uno de los más grandes del mundo, con una extensión de 22.270 km2. Tiene forma oblonga con una longitud máxima de este a oeste de 350 kilómetros. El parque está formado por dos ecosistemas principales: el bosque bajo con matorral y sabana, que abarca un entorno de más de 100.000 km², y las depresiones (llamadas pan en inglés), lagunas saladas secas, que se inundaron hace tiempo por la afluencia de un río, probablemente el Kunene, que hoy desemboca en el mar. La depresión más importante y que da nombre al parque es la de Etosha (Etosha pan), situada al nordeste del recinto, con una extensión de más de 5.000 km² y unas dimensiones de 120 por 55 km de este a oeste y de norte a sur respectivamente. El acceso al parque puede realizarse por dos entradas principales: la de Namutoni (Von Lindequist Gate), al este, y la de Okaukuejo (Anderson Gate), al sur. Alrededor se encuentran varias reservas de caza privadas. La vegetación dominante está compuesta preferentemente por mopanes (Colophospermun mopane) y acacias (Acacia spp.), con grandes zonas de praderas herbáceas. A pesar del gran número de aves que se pueden encontrar en Etosha, el atractivo principal del Parque Nacional son los grandes mamíferos, relativamente fáciles de observar, sobre todo en la época seca, cuando se concentran en las charcas (waterholes) que se encuentran al sur del pan de Etosha. El más abundante es la gacela conocida como springbok, de la cual hay más de 20.000 ejemplares.

El campamento de Okaukuejo fue el elegido por nosotros para pernoctar dos noches, en un waterhole chalet, muy cerca de la famosa charca. Okaukuejo, es el mejor preparado de los tres campamentos que hay en el parque Está al sudoeste de Etosha pan. Fue fundado en 1957 y acoge el Etosha Ecological Institute. Su nombre significa “lugar de las mujeres”. En este lugar hay una charca con un mirador perfectamente acondicionado, incluso con una tribuna cubierta para los días de sol. Elefantes, cebras, gacelas, antílopes y facoceros, e incluso jirafas, se dejan ver con facilidad durante el día, y por la noche acuden los rinocerontes, las hienas, los chacales y hasta es posible ver algún leopardo o incluso leones cazando, todo a escasos metros del muro que separa el campamento del waterhole. En 2007 todos los campamentos del parque fueron renovados, y no tienen nada que envidiar a cualquiera de los lodges privados del exterior de Parque.

 

Imagen exterior de la entrada sur del campamento de Okaukuejo

 

 

Nuestra cabañita (con dos habitaciones independientes), al amanecer

 

Un detalle de la habitación de Oriol y Miquel Àngel jr.

 

 

Las piscinas del campamento, junto a la zona del restaurante y del bar

 

 

Imagen donde se observa la distancia del muro al waterhole. Espectáculo asegurado en època seca

 

 

Nada más cruzar la puerta de Anderson, aún en la ruta asfaltada, la primera sorpresa: un rinoceronte blanco (Ceratotherium simum). Estos animales se extinguieron en Etosha, pero han sido repoblados con ejemplares procedentes del P. N. Kruger, en Sudáfrica

 

 

El elanio azul (Elanus caeruleus), puede verse en varias zonas de España, siendo escaso en Girona, pero en Etosha, era una de las rapaces más comunes

 

El pájaro secretario (Sagittarius serpentarius) es una de las aves más interesantes del parque

 

 

A medidodía el calor aprieta, y cualquier sombra es válida para resguarecerse.

Un chacal de lomo negro (Canis mesomelas) en un cruce de caminos

 

 

En Etosha, sobretodo en la época seca, hay que ir buscando las charcas o waterholes. La mayoría son naturales, pero también las hay artificiales. Los animales, tarde o temprano, necesitan beber. En esta imagen de la charca de Gemsbokvlakte, un grupo de leones (Panthera leo) descansa junto al agua, mientras que cebras (Equus quagga burchelli) y springboks (Antidorcas marsupialis) esperan su turno.

 

 

Primer plano de un springbok (Antidorcas marsupialis), el herbívoro más común de Etosha

 

 

Un macho de impala de cara negra (Aepyceros melampus petersi)

 

 

Los animales suelen verse muy cerca de tu propio vehículo, lo cual te da una sensación de libertad absoluta, ya que puedes entretenerte todo el tiempo que quieras observándolos, y sin a penas molestarlos.

 

 

Un bello ejemplar de avutarda de korhaan (Eupodotis afra)

 

 

 

En la charca de Nebrownii abunda el polvo calcáreo blanco, y los elefantes toman un aspecto fantasmagórico, sobretodo de noche. En la imagen, se ve un gran macho (Loxodonta africana) dirigiéndose hacia nuestro vehículo (ver la sombra). Cuando un animal así se dirige hacia ti, aunque esté tanquilo como el de la iimagen, te sube la adrenalina y las manos se van instintivamente a las llaves de contacto.....

 

 

Tras el safari, ya de noche, toca la cena en el campamento. Es de tipo bufet, pero la calidad y el servicio están a la altura de cualquier lodge, y la carne se hace al momento. La simpatía de sus cocineros es algo que recordaremos siempre.

 

 

Después de la cena, la primera noche, hicimos un safari nocturno, algo que sólo puede hacerse con el personal del campamento, ya que las puertas de este se cierran a la puesta de Sol. No tuvimos demasiada suerte, ya que había luna y con tanta luz natural los animales se dejan ver menos. A pesar de ello, vimos animales de hábitos nocturnos, como este zorro del Cabo (Vulpes chama)

 

 

Al regreso del safari, nos encontramos con el espectáculo permanente de la charca de Okaukuejo, frente a nuestras habitaciones. De hecho, podrías ver la mayoría de fauna sin salir del campamento. En la imagen, a la luz de los focos nocturnos, un rinoceronte negro (Diceros bicornis).

 

 

Un elefante (Loxodonta africana) se acerca a beber a Okaukuejo, bajo la luz de la luna

 

A unos 70 km de Okaukuejo, se encuentra el campamento de Halali, el más tradicional y quizás el más agradable por su charca, situada bajo una colina dolomítica que conserva el calor durante la noche y que se encuentra algo apartada de la zona de acampada. Como los otros campamentos, posee piscina, gasolinera y tiendas. Dicen los expertos que es el mejor lugar para ver animales raros, como ciertos tipos de aves o el leopardo. Halali fue abierto en 1967 y su nombre viene del cuerno de caza alemán que marca el inicio de la temporada.

 

Antes de desayunar, a primera hora de la mañana, la charca de Okaukuejo sigue ofreciendo imágenes como esta.

 

Dos pintadas (Numida meleagris) cruzan la pista de Okaukuejo a Halali

 

Toda una famlia de leones (Panthera leo) disfrutando del agua en la charca de Homob

 

 

En nuestra rruta hay continuas paradas para observar de muy de cerca la fauna que cruza por las polvorientas pistas de Etosha. En la imagen, unas cebras (Equus quagga burchelli) nos observan atentamente

 

 

Las jirafas (Giraffa camelopardalis angolensis) abundan en Etosha, sobretodo en el área de Namutoni.

En esta imagen, vemos una alimentándose de las flores amarillas de la acacia de la especie Acacia nebrownii

 

 

Una de las aves más abundantes y características de Namibia es este toco sureño (Tockus leucomelas)

 

 

En los alrededores del campamento de Halali, está su famosa charca, más alejada de la zona de acampada que en los otros dos campamentos. La zona del observatorio está en un promontorio elevvado, lo que favorece el avistamiento de los animales.

 

 

Tras comer en Halali, una de las sorpresas que nos llevamos fue comprobar como en el grandioso Etosha pan, aún quedaba agua, cuando lo habitual es que estuviera seco. Por ello, pudimos ir con nuestro 4 x 4 hasta la zona conocida como Etosha Lookout, y observar avocetas (Recurvirostra avosetta) y gaviotas de cabeza gris (Larus cirrocephalus)

 

 

Una ave frecuente y que llama la atención por su porte: la avutarda de Kori (Ardeotis kori)

 

 

Ya de vuelta en Okaukuejo, antes de la puesta de Sol, el espectáculo continua.

En la imagen, un elefante se da un baño de barrro

 

 

 

Las puestas de Sol en África siempre ofrecen unas estampas de gran belleza

 

 

 

Cuando la noche se adueña de todo, los depredadores se ponen en marcha. En la gran mayoría de ocasiones, esto sucede a nuestras espaldas, en el secreto de la inmensidad de la sabana. Pero en esta ocasión, una vez más, la charca de Okaukuejo nos ofrece un espectáculo inolvidable. Un grupo de leonas (6 o 7), se han apostado en las inmediaciones de la charca, en donde hay un grupo de jirafas esperando turno para beber. Hay alguna cría, con lo que el peligro se siente en la atmósfera. Un grupo de intrépidos sin sueño, pasará media noche soportando el frío, en silencio, esperando acontecimientos. Nosotros presenciamos algunas carreras y persecuciones fallidas, pero al final el sueño nos venció. Antes de retirarnos, pude captar esta imagen en la que tres leonas recuperan fuerzas de los ataques fallidos, bebiendo en la charca de Okaukuejo, bajo la luz de los focos del campamento.

 

 

A 70 km de Halali nos encontramos el campamento de Namutoni, en el extremo oriental de la depresión, a sólo 12 km de la puerta de Von Lindequist. En el entorno abundan las palmeras Makalani y está cerca de la zona más húmeda del parque, donde los árboles y las malezas ocultan con más facilidad a los animales. Namutoni se caracteriza sobre todo por la presencia de una pequeña fortaleza colonial pintada de blanco que tiene una historia curiosa, pues fue construido como puesto fronterizo en 1902 y destruido por los owambo en 1904, que en número de quinientos asediaron durante un día y una noche a los siete soldados alemanes que lo defendían. El fuerte fue reconstruido después del alzamiento de los herero, como puesto policial, y abandonado hasta los años 30. Fue declarado Monumento Nacional en 1950 y en 1983 se convirtió en resort.

 

 

Un grupo de alcéfalos (Alcelaphus buselaphus cama), un antílope presente en Etosha, pero en grupos reducidos

 

 

Durante el día, los animales van de aquí para allá buscando la preciada agua.

En la imagen, una "procesión" de ñus (Connochaetes taurinus), con el Etosha Pan al fondo

 

 

Un par de machos de gran kudu (Tragelaphus strepsiceros), en la charca de Ngobib

 

 

El lourie gris (Corythaixoides concolor) es una ave característica de esta zona

 

 

Un grupo de queleas (Quelea quelea) revolotean sobre los kudus y los impalas, en la charca de Chudop

 

 

En la charca de Chudop, frente a nuestrras atónitas miradas, una majestuosa águila marcial (Polemaetus bellicosus), cazó de forma acrobática una pintada, y la subió a una acacia para devorarala. La imagen está recortada y tomada desde muy lejos, pero es más que nada para aportar el testimonio de una escena estremecedora

 

 

Imagen del fuerte de Namutoni, el campamento situado al este de Etosha

 

 

Dentro del campamento de Namuntoni, abundan las mangostas rayadas (Mungus mungo)

 

 

En la charca de Klein Namutoni, pudimos captar como es debido la imagen "clásica" de las jirafas bebiendo. Estos animales, de cuello tan largo, necesitan que el corazón bombee la sangre de manera muy potente, para que ésta les llegue al cerebro. Por ello, cuando se agachan para beber, podrían morir por un exceso de sangre. Para evitarlo, deben de abrir las patas delanteras, lo cual unido a un complejo sistema de regulación de la presión sanguínea, hace que puedan beber sin problemas. Eso sí, es una maniobra muy delicada por lo que son extremadamente precavidas, ante la presencia de cualquier depredador. Cualquier ruido en las inmediaciones las altera y provoca que puedan tardar mucho tiempo en volver a intentarlo.

 

 

La última noche, tras salir de Etosha, la pasamos en el lodge Onguma Bush Camp, en una finca contigua al Parque Nacional, en donde puede verse mucha fauna, y que cuenta con unas instalaciones, servicio y comida, excelentes.

 

Imagen exterior de los jardines y chalets de Onguma

 

 

Un detalle de la habitación de Onguma, con un altillo con camas, ideal si se viaja con chavales

 

 

Un rincón del comedor de Onguma, con todos los detalles para tener una velada agradable

 

 

No nos cansamos de repetir que las puestas de Sol africanas son únicas.

Esta se tomó en los jardines de Onguma, junto a su laguna

 

 

A la mañana siguiiente, muy temprano, pudimos sorprender a esta bellísma carraca púrpura (Coracias naevia)

 

 

 

En esta crónica, además de esta introducción, podréis encontrar el siguiente contenido:

 

INTRODUCCION

KALAHARI

SOSSUSVLEI

SWAKOPMUND & WALVIS BAY

TWYFELFOUNTAIN

GROOTBERG & HIMBA

OKONJIMA

 

 


Las fotografías de este reportaje han sido realizadas con varios equipos: una cámara Nikon D300 + zoom Nikon 18-200 mm, o bien micronikkor 60 mm D, una Panasonic Lumix DMC-TZ4 y una Nikon coolpix 8800

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