VIAJE a la TOSCANA

 

 

(22 al 26-6-2012)

 

 

 

Imagen de un rincón típico de la Toscana, en la región del Chianti

 

En el año 2005, en invierno, hicimos un viaje por la Toscana. Desde entonces, o quizás ya desde antes, es un de los lugares favoritos de mi mujer, Anna. Hacía tiempo que teníamos ganas de volver, pero con los chicos.

La Toscana es una región del centro-norte de Italia, de unos 4 millones de habitantes. Su orografía, con mar y montaña, nos recuerda mucho a nuestro Empordà. La Toscana se haya bañada por las aguas del mar de Liguria y el mar Tirreno. Es una región conocida mundialmente por su patrimonio histórico y cultural, pero al regreso, se recuerda su paisaje, sus cipreses, y su gastronomía. En esta ocasión sólo teníamos cuatro días, pero como veréis por la crónica, muy bien aprovechados. Eso sí, sin descanso. Esta vez, el reportero fue básicamente mi hijo Miquel À. jr, que hizo alrededor de 600 fotografías. Evidentemente, en la crónica faltan muchas, no menos importantes, pero creo que las escogidas resumen bien cómo fue nuestro corto pero intenso viaje a la Toscana. Espero que os guste la crónica !

Antes de nada, decir que volamos con Ryan Air de Girona a Pisa y viceversa. Los hoteles, los escogimos gracias a la búsqueda por Internet, y también a traves de Venere. El coche lo alquilamos en Gold Car. El resto de información, la sacamos del foro Los Viajeros, al que quiero agradecer desde aquí su existencia, que nos ha servido de valiosa ayuda en varias ocasiones. Para saber más cosas de los alojamientos, restaurantes, etc., también consultamos el portal Trip Advisor.

 

Viernes 22 de junio de 2012

Salimos de Girona por la noche, para llegar a Pisa sobre las 23'55 h. Allí nos esperaba Luca, del Bed & breakfast la Corte di Stelio, todo un detalle de la familia Bernini, que te recibe como si estuvieras en tu propia casa. Nos alojamos en el apartamento (ideal para cuatro), y a dormir. Este B&B es muy aconsejable si llegáis tarde a Pisa o si debéis tomar un avión muy pronto por la mañana, ya que está a unos 300 m del aeropuerto

Imágenes del apartamento en la Corte di Stelio

 

Sábado 23 de junio de 2012

Nos levantamos temprano, y tras desayunar en el B&B, regresamos al aeropuerto para recoger nuestro coche, un Opel Meriva de la cia. Gold Car. Una vez recogido, carretera y en dirección a Florencia, primera etapa de nuestro viaje. En una horita aproximadamente, estábamos inmersos en el caos circulatorio de Florencia. Pese a todo, logramos aparcar en el parking público de la Fortezza, a pocos metros de nuestro hotel, el Palazzo Vecchio, un tres estrellas muy correcto, y muy bien situado. Está junto al Palacio de Congresos y la estación de tren de Sta. Maria Novella, por lo que es ideal si se piensa entrr y salir en coche. La única pega es que en la versión en castellano de su web, no indica que tienen parking propio, y aunque pequeño, sí que tienen, y sale más barato que el público.

Imagen de la entrada del Hotel Palazzo Vecchio

 

Vista desde la terraza de nuestra habitación

 

Tras dejar el equipaje, y sin perder más tiempo, nos dirijimos a la iglesia de Sta. María Novella, que está a cuatro pasos del hotel. Destaca la Trinitá, de Masaccio, el crucifijo del Giotto, o los frescos de Lippi o de Ghirlandaio

Imagen de la fachada de Sta. Ma. Novella

Tras la visita, tomamos las calles que van al centro, y en menos de 10 minutos, te topas con el complejo del Duomo, la imponente catedral de Florencia, con el campanario de Giotto y la cúpula de Brunelleschi, Más espectacular es, si cabe, el baptisterio, con los mosaicos bizantinos y las llamadas Puertas del Paraíso.

La fachada principal del Duomo de Florencia

 

El famoso campanile, obra de Giotto, Pisano y Talenti

 

El baptisterio, con las puertas doradas de Ghiberti, conocidas como la Puertas del Paraíso

 

El interior del baptisterio de Florencia, es simplemnete espectacular, con los mosaicos bizantinos del s. XIII, con escenas del Genesis

 

Otro detalle de los mosaicos, con el infierno de protagonista

 

Una imagen de todo el conjunto

 

El Palazzo Vecchio, sede del Ayuntamiento, en la Piazza della Signoria

 

Tras la visita, nos dispusimos a ir a comer, ya que a las 15 h. teníamos que estar en las puertas de los Uffizi, en donde teníamos las entradas reservadas. Nos alejamos un poco del centro, para ir a comer a un lugar que nos habían recomendado, la Trattoria da Giorgio, en la calle Palazzuolo. Nada más entra, nos percatamos que éramos los únicos no italianos del local. Buena señal. Es más, diría que todos los comensales eran florentinos. El menú del día, a 12 €, incluye un primero, un segundo y un contorni (guarnición). Por ese precio no esperaba nada del otro mundo, pero la verdad es que me quedé sorprendido. La calidad de los platos fue excelente. Se trata de un local familiar, sencillo, pero que trata los platos toscanos e italianos de maravilla. Con ese precio, uno puede tomarse un plato de tagliatelle freschi ai tartufo, un plato que en España ya te costaría ese dinero. La verdad es que estaba todo muy bueno y la relación calidad-precio fue fantástica.

La Trattoria da Giorgio

 

Una vez recuperadas las fuerzas, nos dirijimos a los Uffizi, en donde estuvimos algo más de un par de horas. Los Uffizi son un auténtico resumen del Renacimiento, con obras de Giotto, Boticcelli, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Tiziano, Caravaggio.... y un largo etcétera. Quizás sea una pena el tener que verlo con tanta gente, y el que no se permita la fotografía, aún sin flash. De todas formas, alguna se escapó....

Vista de una de las galerías de los Uffizi.

 

Federico da Montefeltro e Battista Sforza (1472), de Pierro della Francesca

 

La famosa Venus de Boticcelli (1486)

 

Tras la visita, seguimos el paseo hacia el Ponte Vecchio, otro de los símbolos florentinos, y de ahí, tras cruzar el Arno, nos dirijimos a visitar el Palazzo Pitti, y sus colecciones de arte. Este precioso palacio, que fue residencia de los Médici, contiene una buena colección de pinturas de Rafael y Tiziano. Hay también un Museo de Arte Moderno, lo cual le gustó mucho a Miquel À. jr., y ahora habia una exposición temporal muy interesante, sobre el Japón. Tras la visita, bastante agotados, regresamos al hotel para ver el partido de España en la Eurocopa. En la cama y con aire acondicionado, los bocatas que compramos supieron mejor.....

 

El puente Vecchio desde los Uffizi

 

Otra imagen del Ponte Vecchio, sobre el río Arno

 

Fachada del Palacio Pitti

 

Una de las obras japonesas que se exhibían en el Palacio Pitti, la gran ola de Kanagawa, de Hokusai (1830)

 

 

Domingo 24 de junio de 2012

El domingo por la mañana, nos levantamos temprano, y tras desayunar, fuimos a visitar el Museo de la Accademia, famoso por albergar la estaua monumental del David de Miguel Ángel. Tras la visita, fuimos al parking de la Fortezza a por nuestro coche, y de ahí tomamos camino hacia Siena. En principio, nuestro itinerario no incluía esta magnífica ciudad, pero al haber podido visitar lo esencial de Florencia, el día anterior, era una oportunidad que no podía dejar escapar. Siena es una ciudad que aún conserva el esplendor que tuvo en la época medieval. Ciudad gótica y renacentista, es de obligada visita en la Toscana. A pesar del calor (ese día rozamos los 36 º C), pudimos visitar lo esencial de la ciudad: Duomo, Cripta, Baptisterio, San Domenico, la Piazza dei Campo..... Este día comimos en la misma plaza, en la Pizzeria La Costa. Un menú turístico, correcto, pero en un lugar privilegiado.

Vista de San Domenico (s. XIII)

 

Fachada del Duomo de Siena, de Giovanni Pisanoo

 

Interior del Duomo de Siena, con los estandartes de las 'contrade'

 

El famoso púlpito de Pisano

 

El Palazzo Publico en la Piazza dei Campo, centro neurálgico de Siena

 

Vista general de Siena, desde el Museo dell'Opera del Duomo

 

Una de las espectaculares obras del Museo dell'Opera del Duomo

En esta lonja, tuvo su sede un Tribunal de Comercio en el s. XV, de fama europea por la imparcialidad de sus jueces

 

Tras la visita, y antes de regresar a Florencia para ver el partido de la Eurocopa en la habitación del hotel, con el aire acondicionado y los bocatas..., aún nos quedaron energías para visitar Monteriggioni, uno de los pueblos medievales más típicos de la Toscana.

Anna y yo, tras cruzar la llamada Puerta Romana

 

Vista general de la Plaza Roma

 

 

Lunes 25 de junio de 2011

El lunes nos lo cogimos con algo más de calma, y no madrugamos tanto. Tras el desayuno, salimos de Florencia para hacer la ruta de la carretar SS222, para atravesar la región de Chianti. En cuanto te alejas de la bulliciosa Florencia, te adentras en un paisaje de bosques, sólo quebrados por los viñedos, los olivares, y las siluetas de los cipreses toscanos, que rodean las fincas. El paisaje en primavera-verano, es precioso, con las viñas bien verdes. A pesar de ser una ruta turística, el camino se hace tranquilo, sin prisas, disfrutando del paisaje. Así, llegamos a Greve in Chianti, un pueblo al que se le atribuye la capitalidad de esta región del Chianti. Una visita a este pueblo, contiene una parada obligada: la macelleria Falorni, la más famosa de la Toscana, y una de las charcuterías más impresionante que jamás hayamos visto. Embutidos de cerdo y de jabalí, quesos, vinos... Un placer para la vista, el olfato y el gusto !!

Una vista general de la plaza de Greve in Chianti

 

Oriol posa junto a una vieja camioneta, en la entrada de la charcutería

 

Un rincón de la tienda, donde se exponen los embutidos de jabalí

 

Tras la parada, con degustación incluida, nos dirigimos a San Gimigniano, pasando por los pueblos de Panzano in Chianti, Pieve di San Leonino y Castellina in Chianti. El paisaje es alucinante, con bosques protegidos, y fincas donde uno pensaría retirarse cuando se jubile....

En un rato de conducción relajada, nos acercamos a San Gimignano. Este pueblo medieval, es sin duda alguna uno de los más visitados de toda Italia. Al llegar, tuvimos que estar más de media hora para poder aparcar en uno de los parkings públicos de pago de las afueras de esta ciudad amurallada. A pesar de estar siempre abarrotado, y repleto de tiendas de recuerdos, no puede dejar de visitarse en cualquier vieje a la Toscana. San Gimignano fue declarado en 1990 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. De sus más de 70 torres, sólo se conservan en la actualidad 14, que le dan la silueta típica a este pintoresco pueblecito. Su centro neurálgico es la Plaza de la Cisterna, en donde se halla la heladería Dondoli, considerada la nº 1 de Italia, y por extensión, del mundo. También vale la pena visitar el Museo de la Tortura y la Pena de Muerte, ambos muy interesantes.

Capítulo aparte merece la comida. En un lugar tan abarrotado de turistas, se hace difícil encontrar un lugar aceptable. Sin embargo, siguiendo una recomendación que teníamos desde casa, fuimos a la Trattoria Chiribiri. ¡ Qué descubrimiento ! Comimos de maravilla. Una ensalada capresse, un plato de lengua semifredda al acetto balsamico y unos fungi porcini (ceps) frescos, para empezar. Todo delicioso. Después, dos de pasta fresca (parppadelle) al ragú di conigglio (salsa hecha con conejo de caza), uno lo mismo, pero con ragú de cinghiale (jabalí), y Anna unos ravioli de calabaza y ricotta. Medio litro de chianti rosso de la casa, agua mineral, y de postre, un turamisú casero, de vértigo ! Todo por 65 € los cuatro. ¿Qué más se puede pedir?

 

Un detalle de una callejuela de San Gimignano

 

Una de las tiendas de productos típicos toscanos, que abundan en San Gimignano

 

Final de la vía San Giovanni, justo antes de entrar en la Piazza della Cisterna

 

La Plaza de la Cisterna

 

Otro detalle de la Piazza della Cisterna

 

La Trattoria Chiribiri, en done disfrutamos de la mejor comida en la Toscana

 

La heladería Dondoli, con su cola !

 

Vista panorámica de San Gimignano, desde la carretera que va a Volterra

 

Tras visitar esta maravilla, nos dirigimos a otro enclave medieval precioso, Volterra. Este enclave de unos 12.000 habitantes, se halla ya en la provincia de Pisa. Su ciudadela, se halla sobre una colina a casi 600 metros de altitud, desde donde se divisa el paisaje toscano en todo su esplendor. Volterra es también conocida como la ciudad del alabastro, y alberga un interesante museo etrusco. Destaca su catedral románica del s. XII

 

El Palazzo dei Priori, una de las imágenes más características de Volterra

 

Una de las espectaculares calles de la ciudadela de Volterra

 

Tras visitar Volterra, nos dirigimos hacia Pisa, en donde íbamos a dormir de nuevo a la Corte di Stelio. Sin embargo, como en junio los días se alargan, decidimos ir a ver el mar de Liguria y cenar en la playa. Por ello, tomamos rumbo hacia la Marina di Pisa. Se trata de una zona vacacional al sur de la desembocadura del Arno, y que un lunes por la tarde-noche nos brindó un remanso de paz y una puesta de Sol fantástica. Cenamos al aire libre un panini increíble, con prosciutto, pecorino, crema de alcachofas y no sé cuántas cosas más. Buenísimo !

 

Fachada de la parerocchiale de Marina di Pisa

 

Una imagen de la puesta de Sol en el mar de Liguria, en Marina di Pisa

 

 

Martes 26 de junio de 2011

El martes tocaba regresar, pero no sin antes realizar dos hitos de nuestro corto pero intenso viaje a la Toscana: la visita de Lucca y la visita al Campi dei Miracoli, en Pisa. Tras el desayuno en la Corte di Stelio, nos dirigimos a Lucca. Esta ciudad de unos 90.000 habitantes, capital de su provincia, cuenta con un núcleo histórico amurallado de una belleza increíble. Sin duda, Lucca es un lugar para perderse por su callejuelas, entretenerse por sus tiendas y comercios, y comer en alguno de suus buenos restaurantes. Esta ciudad vio nacer a grandes compositores, destacando entre todos ellos a Giacomo Puccini, el gran autor de óperas tan conocidas como Turandot, Tosca, la Boheme o Madame Butterfly.

Comimos en Lucca, en otro lugar que nos habían recomendado. Menú del día a 13 €. Fantástico. Local céntrico, muy animado e "italiano". Rusticanella 2. Totalmente recomendable. Un risotto de calabaza y calabacín, de maravilla.

 

El monumento a Giacomo Puccini, cerca de la casa donde nació, hoy convertida en museo

 

Una de la avenidas típicas del centro histórico de Lucca

 

Fachada de la iglesia de San Frediano, con sus espectaculares mosaicos bizantinos

 

Oriol en lo alto de la torre Guinigi, de 45 metros de altura, y en donde existen varias encinas en su cúspide, que dan sombra y ofrecen una relajada vista de Lucca

 

La iglesia de San Michele, construida sobre el antiguo foro romano

 

Imagen general del Duomo de Lucca (s. XIII)

 

La Trattoria Rusticanella 2, de Lucca, en donde hicimos nuestra última comida en la Toscana

 

Tras la comida, una visita obligada. Ningún viaje a la Toscana estaría completo sin una visita a uno de los lugares más característicos de Italia, quizás su símbolo más conocido. Nos referimos a la Torre inclinada de Pisa. En realidad, todo el conjunto monumental del Campi dei Miracoli, con el Baptisterio, el Duomo y el Campanile (la torre), son de una belleza impresionante. A pesar de las multitudes y del calor que hacía, la verdad es que lo disfrutamos, sobre todo los chicos.

 

El campanile de Pisa, la famosa torre inclinada (4º), del s. XII.

 

Un detalle del fantástico Baptisterio

 

La fachada del Duomo de Pisa

 

El interior del Duomo de Pisa, con el mosaico del Pantocrator (s. XIV)

 

Un detalle de la famosa torre inclinada

 

Para finalizar, una imagen del conjunto artístico monumental del Campi dei Miracoli, de Pisa

 

Tras la visita, bastante cansados, regresamos al aeropuerto para la devolución del coche, y a esperar el avión de Ryan Air para Girona. Sin duda alguna, un viaje corto pero intenso, y a la vez, inolvidable.

 

A rivederci !

 

Salvo que se diga expresamente otra cosa, todas las fotos han sido realizadas con una cámara Panasonic Lumix TZ4, por Miquel Àngel jr.

Qualquier sugerencia, crítica o comentario, serán bienvenidas a mycena@telefonica.net